Capítulo 15
Hace
tres meses, en el instituto de la ciudad...
Izan se sienta en un banco
pensativo. No puede dejar de pensar en ella. Ojalá a ella le guste él, pero
sabe que Estela sólo quiere ser su amiga. O eso es lo que piensa.
Ana se acerca
a él y se sienta a su lado. ¿Qué hace
esta chica? ¿No es amiga de Estela?- Piensa él.
-Hola, Izan.
-Hola... Ana.- dice recordando su
nombre.
-¿Te apetece ir a la cafetería a
tomar algo?
Bueno,
no estaría mal...-
piensa.- Además, ella no está nada mal...
Aunque hay rumores de que sale con los chicos que le gustan a... No, seguro que
es mentira...
-Claro.- responde al fin.
Y juntos, se van a la cafetería mientras
la persona que quiere Izan mira con recelo a Ana y piensa: Siempre lo mismo...
Esa
tarde de junio, en un lugar de la ciudad...
Se sienta en un banco del parque y
espera a Luis. Ha quedado con ella por algo muy importante que quiere decirle.
Sandra está nerviosa e intrigada. ¿Qué querrá decirle? No lo sabe. Uff.
De repente ve a una chica llorar con un chico. Le resultan familiares aquellos
chicos. Y los reconoce.
Anda hacia ellos y ve a Andrea
llorar desconsoladamente mientras Darío la abraza.
-¿Qué ha pasado?
-Eso, ¿qué ha pasado?- pregunta
Luis, que acaba de llegar.
-Cariño, ¿te importa si les cuento
lo que ha pasado?
-No...
-De acuerdo. Pues...
Esa
tarde de junio, en la casa de Silvia y Darío...
-...Y eso es lo que ha pasado.- dice
Silvia gritándole a Juan.
-Siento no haberte cogido el
teléfono cariño...
-¿¡Qué lo sientes!? ¡Es más que eso!
¡Me has colgado, Juan, joder!
-Lo siento, estaba...
-No lo sientas. Estoy más que harta.
Déjame en paz.
-Lo siento de verdad...
-¿Dónde estabas?
-Estaba...
-¿Sí?
-Estaba en casa de Martin
estudiando, le he prometido dinero si me ayuda a aprobar mates.
-Umm... De acuerdo, te perdono, pero
como sea mentira...
-No es mentira, cielo. Yo nunca te
mentiría. Te lo prometo.
-Bien. Hay que hacer sufrir a Andrea
sea como sea. Estoy harta de que se haga la víctima cuando ella ha sido la que
me ha dejado de lado por las demás. Lo único que quiero ahora es hacerle pasar
por lo que he pasado yo.
-¿No crees que?...
-¿Qué?
-¿No ha sufrido bastante ya con que
le hayas puesto los cuernos conmigo y le hayamos metido droga en su copa para
que caiga en la cama conmigo?
-No creas. El amor duele, sí es
verdad. Pero que una amistad te deje de lado es aún peor que lo haga un amor. Y
lo sé de sobra por experiencia.
-De acuerdo, pues... Te ayudaré.-
promete Juan dudoso.
-Contaba con ello.
Y más dolor se aproxima en ese duro
verano que sólo ha hecho más que empezar...
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