Este capítulo se lo dedico a mi amigo Borja, que me ha apoyado siempre, y siempre estaré con él cuando lo necesite. J También se lo dedico a mi amiga Joanna, que por muchos cabreos que tengamos, siempre estaremos juntas. Te quiero. (L) Paula Abellán Luna, eres la mejor, te quiero mucho (L) Laura, a ti también te quiero mucho (L) Nerea, gatita, te quiero. Gina, pegapony, eres la mejor. Te quiero.
Aquí tenéis es capítulo, lectores, gracias por seguir mi novela:
Capítulo 11
Al día siguiente, en otro lugar de la ciudad...
Andrea se despereza en la cama y se frota los ojos. A su lado está Greta moviendo el rabo y chupándole la cara con cariño.
-Buenos días, Greta.- dice Andrea con entusiasmo.- Hoy es el primer día de vacaciones, ¿quieres pasear?
La perrita ladea de un lado a otro la cola y suelta un ladrido. Andrea se levanta y se viste para hacer footing. Sale de su cuarto y se dirige a su madre.
-Mamá, ¿Sabes dónde está la correa que usábamos con Lacy?
-Sí, está encima de la mesa, sabía que hoy querrías sacarla a la calle... Pero... ¿Tiene puesta las vacunas?
-Sí, al comprarla la dependienta me lo dijo, y también me dijo que tiene puesto el chip.
-Bien, entonces adiós, cariño.
-Adiós, mamá.
Andrea baja por las escaleras pensando en Darío. ¿Qué pasará en la cita de esta tarde? Sigue pensando en él hasta que abre la puerta del patio y sale junto a su perrita. De repente, en el banco de enfrente de su casa, ve a una chica llorar desconsolada. Andrea reconoce a esa chica y corre hacia ella.
-¡Prima! ¿Qué te pasa cielo?
Teresa inspira y espira unas cuatro veces antes de responder.
-Yo, yo... Edu me ha dejado.
-No... Imposible...
-Eso creía yo... Pero anoche me partió el corazón, y, y...
-Shh... Tranquila... ¿Te vienes a pasear a Greta conmigo?
Teresa observa a la perrita y la coge para ponérsela en su regazo. La perrita la consuela lamiéndole las lágrimas que corren por sus mejillas.
-Oh... Jejeje, para, perrita mala...- Teresa se dirige a Andrea.-¿Al final le has puesto Greta?
-Sí, ya sabes que siempre he querido una perrita que se llame así...
Las chicas se levantan del banco y pasean. Hablan sobre todo lo que ha pasado. Teresa decide no contarle ni a su prima ni a nadie que a Edu le gusta Tamara, no quiere hacerle daño.
-Y... ¿Por qué te ha dejado?
-Pues dice que porque no se siente cómodo en nuestra relación, pero hemos quedado como amigos.- dice Teresa después de largos minutos de silencio.
-Pues vaya, él se lo pierde. Una chica como tú no tiene por qué sufrir.
Llegan a un parque para perros precioso, donde Andrea decide soltar a Greta para que juegue con los demás perros, mientras que ellas se sientan en un banco a seguir hablando.
-Ey, ey, ey...
-¿Qué?-dice Teresa.
-Hay un tío bueno a las tres en punto que te está mirando...
-¿A mí? No, seguro que se fija en ti...
-No...
-¿Y cómo lo sabes?
-Porque estoy segura.
-Cabezota...
-Sé que lo soy.
Las chicas se ríen mientras que el chico en cuestión se acerca hacia ellas. Es increíblemente guapo: tez morena, ojos marrones, con bíceps y con tableta.
-Hola. ¿Ésa perra es vuestra?
-Sí.-responde Andrea.- Es mía.
-Es muy mona. Soy Fernando. Para vosotras, Fer.
-Hola, Fer.- dice Andrea.- yo soy Andrea, y ésta es mi prima Teresa.
-Hola.
Se quedan hablando durante unos minutos.
-Oye, Teresa...
-¿Si...?
-¿Te apetecería salir conmigo algún día?
-Cla-claro...
Teresa y Fer se intercambian los números de teléfono. Una vez tenían los el número del otro, Fer se despide de las chicas y se va junto a su perro.
Andrea ríe y se dirige a Teresa.
-Te lo dije, te lo dije.-dice señalándola con el dedo.- Sabía que iba a por ti...
-Ya... Pero es muy reciente la ruptura con mi... Ex novio Edu.
-Precisamente. ¿No te ha gustado ese chico? Parecía bueno...
-Sí pero...
-¿Entonces...?- le interrumpe.- ¿Vas a estar toda tu vida pensando en él?
-No, pero es muy difícil Andrea. A ti tampoco te costó poco el superar que Juan te puso los cuernos...
-Sí, lo sé, es difícil.-dice Andrea suspirando.- Pero gracias a que estoy con Darío, me he olvidado de él completamente...
-¿Seguro...?
Andrea no responde a la pregunta. ¿De verdad había dejado de querer a Juan? No lo sabe del todo. En ese momento se siente confusa. ¿Qué siente? ¿Le quiere a Darío? ¿Juan seguirá colado por ella?... En ese momento, se responde a sí misma en dos de las tres preguntas que se han formulado en su cabeza. Sí, pues claro que quiere a Darío, y no, Juan no la ama, o si no, no le hubiese puesto los cuernos...
-Sí...- responde media hora después, cuando se le había olvidado a Teresa la pregunta que le había formulado.
-¿Sí, qué?
-Que sí que he olvidado a Juan. Con Darío me siento... Diferente, extraña, enamorada... Con Juan hacía tiempo que no me sentía así. Por eso te recomiendo que salgas con ese chico.
-Lo intentaré.
Las dos primas se abrazan y vuelven a casa de Andrea, donde Teresa ayuda a Andrea a vestirse y a prepararse para la cita.
Al final, Andrea se pone una camiseta larda de la bandera de Estados Unidos, unos vaqueros cortos, y unas bailarinas blancas con flecos.
Andrea acompaña a Teresa a su casa y llega al parque de su infancia donde se planea la cita más inolvidable de las dos personas que han decidido estar juntas y apoyarse el uno al otro.
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